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Tic Tac de naranja.

>> viernes, 28 de octubre de 2011

Le cambió dio cambio de dos pesos a su amigo que necesitaba viajar en un colectivo en el que usualmente no viaja. Se dirigió al baño pero antes de entrar a él, su ex-profesora de guitarra le comentó sobre un buen acto de generosidad del cual ella debía enterarse...
Luego de salir del baño, salió por el portón y caminó hasta la parada con sus amigos mientras iba hablando de diferentes temas con una dulce mujer. 
Al llegar a la parada, rápido llegó el colectivo. Se subió y adentro se encontró con más amigos simpáticos y lindos que le hicieron escuchar música copada. (recordatorio: descargar).
Cuando bajó del colectivo caminó hacia la estación de tren escuchando música con una hermosa mujer.
Llegó su tren y se acomodó. Mientras preparaba los auriculares para prenderlos a sus oídos, pensaba en que hacía mucho que no pasaban cosas lindas en el tren. Cosas que la hicieran sentir bien. Esas cosas que le daban muchas ganas de viajar...
Logró localizar un buen lugar en el que fue cómoda y observaba diferentes situaciones que en el tren suelen pasar...
No pasó mucho tiempo, cuando su mirada se volvió de color gris al ver que una madre le dirigió una cachetada a su hijo sólo por moverse un poco. Y para rematar la situación agregó "¡no juegues, no podés jugar!". 
No hay nada peor que prohibirle jugar a un niño... es como decirle a un pez que no nade, a un conejo que no salte o a una ola que no reviente contra las rocas.
De pronto, se acercó una niña... una preciosa e inocente niña. Con la mirada de un pequeño gorrión que apenas sabe que sus alas son para volar. Dejando en sus manos un papel con una descripción sobre su situación ... la cual todos sabemos que algún adulto escribió.
La muchacha sabía que si le daba dinero a esta pequeña niña, no iba a ser para ella sino para alguien que no se lo mereciera. Desesperada, buscó en su morral dinero. Pero no tenía, sólo encontró el monedero naranja que le había regalado su madre hacía ya tres años. 
De repente, recordó que tenía $2 del cambio que le había dado a su amigo. Los sacó y automáticamente escuchó que un vendedor del tren vendía dos cajas de Tic Tac de naranja a al mismo precio que ese billete que tenía en las manos. 
Sin dudar, lo llamó y le compró dos lindas cajas. Tic Tac, Tic Tac de naranja. 
Cuando la niña pasó por su lugar a pedir el papel y algo de dinero. La muchacha le dijo : te regalo una cajita de Tic Tac, pero guardala... ¡que nadie te la saque!. 
Con los ojitos brillantes y la cajita entre sus pequeñas manos, la niña agradeció, le devolvió una linda sonrisa y caminó en busca de los otros papeles con la falsa descripción que seguramente estaba inventada. 
Volvió y con mucha confianza y tratando de "ud" a la jóven, le pidió un pañuelito ya que le sangraba la nariz... 
-¿Tiene un pañuelito?, mire me sangra nariz -pasando su manito por la nariz para mostrarle la sangre
-Sí! Querés dos? Tomá el paquetito.
-Bueno...muchas gracias



La muchacha llegó a su destino y se fue llorando...

"Es honra de los hombres proteger lo que crece,
cuidar que no haya infancia dispersa por las calles,
evitar que naufrague su corazón de barco,
su increíble aventura de pan y chocolate."

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